¡CUIDADO CON ESTE LIBRO!, piénsenlo dos veces antes de leerlo. Pensaba dedicarle una semana, pero lo he leído en la mitad de tiempo, empujado por el coraje y la furia. ¿Cómo es posible que su autor siga libre?, me he preguntado al acabarlo. Dónde vamos a parar con gente así. Para empezar, nos habla de la relación epistolar entre Paloma Altolaguirre y Luis Cernuda. Mira tú, Luis Cernuda. ¿A quién le interesa? Podría hablar de Nadal o Messi. Continúa con la casa de Segovia donde se alojó Antonio Machado. Qué nos importa dónde se alojaba el letrista de Serrat. Sigue con el cuñado del tío de los frutos secos, un tal Guillermo de la Torre. Ya saben, el cuñado de Borges. Continúa con las ediciones del Quijote. Ya ven. El libro del juntaletras ese… Es cuando uno se pregunta, ¿por qué no habla de escritores serios? Paulo Coelho, Màxim Huerta, Ana Rosa Quintana.... Que si quieres arroz, Catalina. “El lector incorregible”, se titula. Debería titularse El lector imperdonable, porque un montón de cosas que no nos atrevíamos a preguntar pero teníamos ganas de saber de la literatura, están aquí: Baroja y Cajal (¿qué tendrán que ver?); José Bergamín y sus peligrosas aficiones; los libros de García Lorca en los años 40; Blas de Otero y sus editores morosos; el zumbado de Armando Buscarini; los veranos de Marcel Proust en Normandía; la obsesión por los títulos nobiliarios de ciertos escritores; las hijas de Mariano José de Larra: una, amante de Amadeo I, la otra, estafadora; Rafael Alberti y sus autógrafos; Virgina Wolf, de viaje de novios en Zaragoza; Leopoldo Alas “Clarín” y sus traslados... ¿Es que no hay nada serio?, se dice uno. Pues no. El único capítulo sensato es el que habla de Joseph Pujol, que actuó en el Moulin Rouge de París entre 1892 y 1900 y era capaz de fumar cigarrillos, tocar la flauta y apagar las candilejas con el culo. Eso es lo único cabal. En fin, que si es usted formal, ni se le ocurra leerlo. Si es atrevido, allá usted. Ilustrado y ameno, pero desvergonzado, este libro es un delito.

José Luis Gracia Mosteo. Facebook Noviembre 2018.