PRESENTACIÓN

Por Javier Aguirre y José Luis Melero, coordinadores del número.

Este es un número muy especial de ROLDE. Un número lleno de amor por el que fue un amigo insobornable de esta revista, que él vio fundar en 1977, a la que apoyó en todo momento, a cuya difusión colaboró siempre y en la que escribió tantas y tantas veces. Eloy Fernández Clemente estuvo al lado del Rolde de Estudios Aragoneses, asociación editora de ROLDE, desde su nacimiento, hasta el punto de que sólo un año más tarde, en 1978, ya publicó con nosotros su libro Costa y Aragón. No es pues mera retórica asegurar que Eloy creyó en nosotros desde el mismo momento en el que decidimos salir a la calle para trabajar por la cultura aragonesa, y que aquellos jóvenes universitarios de entonces, que apenas acababan de cumplir 20 años, le parecieron aragonesistas en los que confiar y con los que amistarse para siempre. Así sucedió, efectivamente, y Eloy fue uno de nuestros amigos y colaboradores más queridos, una especie de hermano mayor que nos abrió muchos caminos y nos enseñó muchas cosas que nosotros entonces -tan jóvenes como éramos- desconocíamos por completo, y que nunca nos miró con arrogancia o condescendencia, sino que muy al contrario estuvo también siempre dispuesto a aprender de nosotros, como han hecho en todas las épocas los grandes intelectuales, mostrando interés y curiosidad por el trabajo de los más jóvenes.

Su apoyo fue, además, muy importante para nosotros. Eloy era ya uno de los historiadores más reconocidos en Aragón y había publicado por entonces unos cuantos libros muy importantes: Educación y revolución en Joaquín Costa, editado por Cuadernos para el Diálogo, en 1969, La Ilustración aragonesa (una obsesión pedagógica), que le publicó la CAMPZAR en 1973, Los aragoneses, en Ediciones Istmo, en 1977, y, sobre todo, un pequeño manual que se había hecho ya clásico entre nosotros, Aragón Contemporáneo, que había visto la luz en Siglo Veintiuno, en 1975, y sus Estudios de Historia Contemporánea de Aragón, de 1978. También en esos años publicó otras dos monografías sobre Costa (Joaquín Costa y el africanismo español, en 1977, que Ángel Guinda le editó en sus Publicaciones Porvivir Independiente, con portada de José Luis Lasala, y el ya citado Costa y Aragón al año siguiente), un pequeño estudio sobre el Socialismo aragonés (El PSA y sus gentes), tres bibliografías sobre historia económica de Aragón editadas por el Departamento de Historia Económica de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Zaragoza, o una Historia de la prensa aragonesa, en colaboración con Carlos Forcadell, en 1979, en la Colección Básica Aragonesa de la editorial Guara. Había sido de los primeros en reivindicar al bajoaragonés Francisco Mariano Nipho (Nipho y la educación. El alcañizano que creó el primer periódico de España. 1719-1803, publicado en 1968) y en recordar al Conde de Aranda, en un folleto de la colección Cuadernos de Zaragoza, en 1976. Y había tenido una notable difusión un libro divulgativo que publicó en colaboración con Guillermo Fatás, también en la editorial Guara, con prólogo de Antonio Ubieto: Aragón nuestra tierra. En diez años desarrolló, como se ve, una tarea intelectual ciclópea, toda ella dedicada a Aragón y a los aragoneses, que lo convirtió en uno de los grandes referentes de la cultura aragonesa y en uno de los más destacados profesores universitarios dedicados en cuerpo y alma al estudio de nuestras cosas. Venía además de fundar y dirigir la revista Andalán y de crear el Partido Socialista de Aragón, por lo que era imposible que no lo sintiéramos como uno de los nuestros. Colaboró muy estrechamente con destacados miembros de ROLDE como Antonio Peiró y Vicente Pinilla, tuvo amistad íntima con muchos de nosotros, fue el primer presidente de la Fundación Gaspar Torrente para la investigación y desarrollo del aragonesismo, de la que el Rolde de Estudios Aragoneses formó parte desde su creación, y nuestra editorial sería la que le editara sus tres tomos de memorias entre 2011 y 2015. Su prestigio nos prestigió, su pasión por Aragón nos emocionó y su labor intelectual fue la guía que siguieron muchos miembros de ROLDE que se dedicarían a la investigación o a la alta divulgación.

La muerte de Eloy Fernández Clemente en diciembre de 2022, recién cumplidos los 80 años, fue un golpe durísimo para todos nosotros, y este número dedicado a su memoria es el merecido homenaje a quien fue un aragonés y aragonesista ejemplar, un destacadísimo intelectual y catedrático universitario, un amigo entrañable y un hombre bueno, honesto y decente de los pies a la cabeza. Descanse Eloy en la paz de los justos y de los luchadores incansables por Aragón.